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Nuestra idea sobre el Liceanismo
	El liceanismo es una población crítica, preparada para la realización de grandes cosas, pero desvertebrado y con dificultades para desempeñarse en conjunto. Desde su fundación en 1939 quedó claro que la misión de los Liceos Militares contenía dos grandes objetivos:
	1-	La formación de Subtenientes de Reserva.
	2-	Capacitar jóvenes que , cualquiera sea su vocación , se reintegrasen al medio civil como caballeros argentinos caracterizados por un elevado sentido de dignidad ciudadana, sólidas cualidades morales, acendrado espíritu democrático y auténtico amor a las instituciones de la patria. Nos inculcaron que los Liceos Militares no eran colegios preparatorios para el ingreso a las Fuerzas Armadas. Que de los Liceos Militares egresan ...CIVILES. Y es a partir de su egreso del Instituto, que los liceístas, integrados al medio civil, deberían asumir un papel protagónico buscando privilegiar en ese medio la educación recibida.
	El primer objetivo atañe exclusivamente a la autoridad militar, y por lo tanto es un tema a resolver en ese ámbito. El segundo es también privativo de la parte militar durante los cinco años de permanencia de los cadetes en el Liceo. La problemática que planteamos es la que se produce al egreso del Liceo, cuando el cadete abandona su condición de tal, e ingresa a la vida civil como LICEANO. A partir de ese momento, deja de ser responsabilidad de Ejército el transitar del liceanismo, al tomar éste un derrotero exclusivamente civil. Y es a partir de allí , que debemos analizar, transcurridos 60 años, cual ha sido el comportamiento liceano dentro de la sociedad civil. El liceanismo hoy se reduce a:
	a-	Un espíritu de camaradería desarrollado internamente dentro de cada Promoción, que se traduce comúnmente en comidas periódicas , el cual se diluye hasta el próximo encuentro.
	b-	Conmemoración en los liceos de las fechas más significativas.
	Es decir, las promociones actúan como compartimentos estancos, sin conexión con las demás, y con objetivos exclusivamente sociales. Y los más viejos, nos reunimos con mayor frecuencia en los cementerios para despedir al amigo, hasta que "el último apague la luz". La idea es romper con ese aislamiento, e intentar aglutinar esos 60.000 liceístas, diseminados a lo largo y ancho de todo el país, a través de una entidad representativa. Tenemos que construir el liceanismo como una entidad con fuerza propia, pero sin ser considerado como un apéndice del Ejército. Hay que crear un movimiento civil. El mismo debe abarcar todo el país, creando la conciencia del liceanismo como fuerza propia y autónoma. Es imprescindible reafirmar la posición autónoma del liceanismo, por cuanto ello le brindaría la entidad suficiente para crecer y fortalecerse, sin que lo condicionen circunstancias coyunturales. Entendemos que la única forma de aglutinar el liceanismo , es proponiendo una idea-fuerza que supere el objetivo de la amistad como exclusivo factor de vínculo. Sin agitar banderas de ningún color político ni ideológico, sin aducir pertenencia a ninguna corporación o grupo económico. Simplemente respondemos a una angustiosa preocupación ciudadana, que sólo quiere una Argentina mejor. NO HABLAMOS DE PARTIDO POLÍTICO. Para nosotros hacer política es actuar para bien de la comunidad, es propender al bien común. Lo que queremos generar inicialmente es un FORO DE OPINIÓN, con la intención de lograr trascender en la sociedad buscando preservar para nosotros y nuestros hijos los valores básicos con los que fuimos educados. Tu pensamiento nos interesa. Es importante escuchar la de todos al respecto, en la búsqueda de alcanzar un proyecto común. Del intercambio de ideas irán surgiendo los pasos a seguir. El espíritu del Liceo es patrimonio de aquellos que pasamos por sus aulas. La realidad de hoy nos indica que, desaparecidos sus preclaros fundadores , debemos nosotros asumir ser los únicos testigos vivientes de aquella epopeya tan singular. Esta noble y pesada herencia nos transforma en custodios y sostén de ideales y conductas que constituyen las raíces y la historia de los Liceos Militares. Por su parte el Ejército debe sentirse orgulloso de haber creado estos Institutos que fueron modelo en el país, y que con mayor razón deberían serlo ahora. Que transcurridos más de 60 años de su creación, supo mantener los valores que como principios de vida nos fueron inculcados, y hoy, cuando todos aquellos valores están en discusión, esa continuidad adquiere real vigencia y significación. Nuestra participación será el mejor testimonio que el ESPÍRITU DEL LICEO no solo no se ha perdido, sino que está vivo en todos los liceístas que mantienen la fe en el sostenimiento de sus ideales.
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